viernes, 16 de agosto de 2013

"Las contradicciones culturales del capitalismo", de Daniel Bell (1979)

"Las contradicciones culturales del capitalismo", de Daniel Bell (1979)

Sociología, estructura ecónomica, sociedad industrial, cultura de masas

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología

Título: "Las contradicciones culturales del capitalismo"
Título original: "The Cultural Contradictions of Capitalism"

Autor: Daniel Bell

Fecha de publicación: 1979

Editorial en español: Alianza Editorial

Texto de la contraportada: "Para Daniel Bell - profesor de la Universidad de Harvard y figura eminente de la sociología mundial - el sistema capitalista necesita la expansión continua del principio de racionalidad para resolver los problemas de organización y eficacia que el funcionamiento de la economía exige. Pero, simultáneamente, la cultura del capitalismo acentúa cada vez más valores de signo opuesto, tales como el sentimiento, la gratificación personal y el hedonismo, respuesta reactiva a la vieja ética puritana de orden y trabajo que acompañó al ascenso de la burguesía. Las contradicciones culturales del capitalismo nacen, precisamente, del choque entre ambas tendencias orgánicas, que ponen en grave riesgo la coherencia y estabilidad de la civilización occidental. Dividida en dos grandes secciones ("El doble vínculo de la modernidad" y "Los dilemas de orden político"), la obra prolonga el análisis ya iniciado en "El advenimiento de la sociedad industrial" (AU 149), con la que se halla íntima y dialécticamente vinculada. Si el anterior volumen describía los rasgos característicos de esa formación social en nacimiento, el objeto de la nueva investigación es la naturaleza y la estructura de la cultura burguesa, sus relaciones con los profundos cambios que se están produciendo en las sociedades industriales avanzadas y el papel decisivo que desempeña en la crisis general del sistema. Porque la sociedad moderna no es un sistema organizado por un solo principio, sino que constituye la amalgama de tres ámbitos diferenciados, articulados por criterios axiales de signo contrario: la estructura tecnoeconómica, regida por la eficiencia; el orden político, orientado hacia la igualdad, y la cultura, dirigida hacia la autorrealización".

ÍNDICE

Introduccion: la separación de ámbitos.

Parte primera: el doble vínculo de la modernidad

Capítulo 1: Las contradicciones culturales del capitalismo

Capítulo 2: Las escisiones del lenguaje cultural

Capítulo 3: La sensibilidad del decenio de 1960

Capitulo 4: Hacia la gran instauración: la religión y la cultura en una era postindustrial

Parte segunda: Los dilemas de orden político

Nota introductoria: De la cultura al orden político

Capítulo 5: La América inestable; factores transitorios y permanentes de una crisis nacional.

Capítulo 6: El hogar público: sobre la "sociología fiscal" y la sociedad liberal.


Resumen:

Dice que el postindustrialismo ha generado cambios exclusivamente en el orden tecnoeconómico pero no en el cultural ni político.

Capítulo 5

En este capítulo, Bell proyecta el futuro de Estados Unidos desde 1979 al 2000 y no va desencaminado. En primer lugar, anticipa el auge de las multinacionales, que escapan a cualquier control, y la expansión de la economía internacional. Después, predice la supuesta decadencia comercial de EE.UU. como potencia hegemónica, el colapso de la URSS por pérdida de legitimidad de sus líderes y estancamiento económico, y la desmembración de Yugoslavia a la muerte de Tito. Sugiere problemas con el clima pero no de la envergadura actual. Tampoco anticipa la era de los ordenadores ni Internet, el invento que ayudó a la balanza comercial de EE.UU.


Capítulo 6

Este capítulo sobre el hogar público y la fiscalidad es el más interesante a día de hoy porque explica los puntos débiles del Estado de Bienestar, del elevado déficit público y el apalancamiento como forma de facilitar el consumo a todos los ciudadanos y cómo finalmente los Estados se ven obligados a rescatar a los bancos y dirigir una economía de tipo corporativo.
En primer lugar, la fiscalidad tiene un límite. Dice que aumentar los salarios un 10% a lis trabajadores de una fábrica solo supone subir el 3% de los costes pero incrementar el salario un 10% a los funcionarios es aumentar los costes un 7%. Por tanto, en una economía basada en los servicios habrá una alta inflación que perjudica a la clase media.
Por otro lado, los votantes exigen políticas igualitarias para que todos tengan educación superior gratuita, asistencia social, etc... que generan un gasto fiscal hasta límites insostenibles. Y aquí viene lo mejor: ante la incapacidad del Estado de financiar todas estas demandas, emprenden políticas monetarias que facilitan el crédito y el apalancamiento. [ Nota del lector: Esto es lo que ha permitido que un banco conceda un crédito a una persona con escasos ingresos para comprarse una casa]. Siguiendo la misma línea argumental, al final el Estado se ve obligado a intervenir contra la inflación o, si hay recesión, contra la deflación ( que genera desempleo ) mediante controles de precios y férreas medidas para evitar la evasión de capitales. Aunque Bell escribió estas líneas en 1979, prácticamente describió la crisis del Estado de Bienestar que adopta medidas para que el sistema capitalista tire del crecimiento económico.

(en breve continuará el resumen

"La idea de la Justicia", de Amartya Sen (2009)



"La idea de la Justicia", de Amartya Sen (2009)

Sociología, sociología del Derecho, cambio social, estructura social, fislosofia del Derecho, teoría del Derecho

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho


Título: "La idea de la Justicia"
Título original: "The idea of Justice"

Autor: Amartya Sen 
Fecha de publicación: 2009

Editorial en español: Taurus

Texto de la contraportada:
"¿Es la Justicia Social un ideal fuera de nuestro alcance o una posibilidad real? Más allá del discurso intelectual, la idea de Justicia desempeña un importante papel en nuestras vidas. Amartya Sen ofrece una alternativa a las teorías convencionales de la justicia, que a pesar de sus muchos logros hace tiempo que dejaron las realidades prácticas. 
Desde la Ilustración, las teorías dominantes han tendido a ocuparse de identificar las disposiciones sociales perfectamente juntas y definir la naturaleza de la sociedad perfecta. Sen, entregado a la reducción de la injusticia, centra su enfoque en los juicios comparativos de lo que es "más" o "menos" justo y en evaluar los méritos de ciertas instituciones e interacciones sociales.
En el núcleo de su reflexión subyace el respeto por las diferentes percepciones de la "sociedad justa". Muy distintas convicciones pueden ofrecer soluciones claras, directas e indefendibles. La perspectiva de Sen, uno de los pensadores más influyentes de nuestra era, hace uso de esa pluralidad con el fin de construir una teoría de la justicia para el mundo moderno, capaz de absorber distintos puntos de vista y resolver las cuestiones de injusticia global".

INDICE

Parte 1
Las exigencias de la justicia 

1.  Razón y objetividad 
2. Rawls y más allá
3. Instituciones y personas
4. Voz y elección social 
5. Imparcialidad y objetividad
6. Imparcialidad cerrada y abierta

Parte 2
Formas de razonamiento 
7. Posición, relevancia e ilusión 
8. La racionalidad y las otras personas
9. La pluralidad de las relaciones imparciales 
10. Realizaciones, consecuciones y acción 

Parte 3
Los materiales de la Justicia
11. Vidas, libertades y capacidades 
12. Capacidades y recursos
13. Felicidad, bienestar y capacidades 
14. Igualdad y libertad

Parte 4
Razón pública y democracia
15. La democracia como razón pública
16. La práctica de la democracia
17. Derechos humanos e imperativos globales 
18. La justicia y el mundo

Notas introductorias: Sen es premio Nóbel en Economía (1998)

Sen se remonta al libro Grandes Esperanzas de Dickens para citar esta frase: "no hay nada que los niños perciban y sientan con tanta agudeza como la injusticia". Y los adultos asumen que el mundo no es justo de todo pero ven injusticias claramente remediables que quisieran suprimir.

Sen quiere responder en su libro a las siguientes preguntas:
1) ¿En qué sentido puede ser objetivo un diagnóstico de la injusticia o la identificación de lo que podría reducirla o eliminarla?
2) ¿Exige imparcialidad en algún sentido particular, como el desapego respecto de los propios intereses creados?
3) ¿Demanda también la revisión de ciertas actitudes que no guarden relación con intereses creados pero que reflejen prejuicios y preconcepciones locales que no pueden sobrevivir a la confrontación razonada con otras no restringidas por el mismo parroquialismo? 
4) ¿Cual es el papel de la racionalidad y la razonabilidad en la comprensión de las exigencias de la justicia?

A ello se suma el estudio practico de estos asuntos:
- Evaluación crítica de los fundamentos en los cuales se basan los juicios sobre la justicia  ( libertades, capacidades, recursos, felicidad, bienestar y otros)
- Especial relevancia de las diversas consideraciones que figuran bajo los enunciados generales de igualdad y libertad 
- evidente conexión entre la búsqueda de la justicia y la búsqueda de la democracia vista como el gobierno por discusión 
- y la naturaleza, la viabilidad y el alcance de las reivindicaciones de los derechos humanos. http://eleconomistavago.wordpress.com

"Silent Spring" ("Primavera silenciosa"), de Rachel L. Carson (1962)


"Silent Spring" ("Primavera silenciosa"), de Rachel L. Carson (1962)

Sociología, sociología del medio ambiente

Resumen con anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho

Título: "Primavera silenciosa"
Titulo original: "Silent Spring"
Autora: Rachel L. Carson
Año de publicación: 1962

Edición en español 2001: Drakontos / Critica

INDICE
-Fabula para el día de mañana
-La necesidad de sostenerse
-Exilires de la muerte
-Aguas de superficie y mares subterráneos
-Los dominios del mantillo
-El manto verde de la tierra
-Destrucción innecesaria
-Y ningún pájaro canta
-Ríos de muerte
-Sin discriminación de los cielos
-Más allá de los sueños de los Borgia
-El precio humano
-A través de una estrecha ventana
-Uno de cada cuatro
-La naturaleza se defiende
-El estruendo de un alud
-El otro camino

Introducción, notas del lector: 40 años después, el libro "Primavera silenciosa" en su versión inglesa aparece en cualquier librería universitaria de Estados Unidos. Eso da idea de la importancia de este libro que para algunos es la biblia del ecologismo. La zoóloga Rachel L. Carson denunció los efectos nocivos del inseticida DDT que tantos beneficios trajo en la lucha contra la malaria en zonas endémicas del mundo. Sin embargo, móleculas del DDT aparecían en los organismos de seres vivos de todos lados, incluso en remotos parajes.
El progreso tenía otra cara que era la destrucción medioambiental y este libro fue el primero que concienció de manera general a los ciudadanos de lo venenosos que eran algunos productos químicos. Tras este libro, el DDT quedó fuera de uso en muchos países y se usaron otros pesticidas menos tóxicos.

La autora empieza el libro como un cuento de hadas con un "había una vez" en una idilica granja, con sus bosques y rios, en el corazon de USA. Hasta que una extraña enfermedad extermina a los animales.

Carson acumula en su libro sobrecogedores casos de bandadas de pájaros y zorros que mueren después de fumigar las cosechas en Inglaterra, lo que llevó a prohibir determinados pesticidas.
Por otro lado, alerta de que los productos químicos llegan a las aguas subterráneas y luego a la cadena trófica, incluido el hombre. Es un envenenamiento a gran escala y el problema es que tarda en eliminarse la contaminación o esta, en por cuestions químicas, multiplica su potencia. Se llama la muerte química.
Por otra parte, advierte de que la guerra contra los mosquitos y otros insectos obliga a una carrera por desarrollar nuevos productos a los que no sean inmunes los bichos, porque estos logran producir generaciones que sobreviven a cada producto que inventa el hombre.

Carson sostiene que el hombre tomó un camino peligroso y propone seguir otro que sea una lucha biológica para controlar las plagas como la estirilización de machos de especies invasivas o productos químicos que los esterilicen, ya que son mucho más efectivos. Otra idea es usar jugos y venenos naturales de los propios insectos.

En definitiva, es un libro muy documentado y que en los años 60 dejó en evidencia los problemas contaminantes de los fertilizantes usados en la agricultura industrializada.

"Camino de servidumbre", Friedrich A. Hayek (1943)


 "Camino de servidumbre",  Friedrich A. Hayek (1943)

Sociología, estructura económica, teoría política

Resumen, comentarios y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho
Título: "Camino de servidumbre",
Título original: " The Road to Serfdom"

 Autor: Friedrich A. Hayek
Fecha de publicación:  1943
Editorial en España: Alianza Editorial

Advertencia previa a la lectura: las teorías de Hayek podrían enfadar o indignar especialmente a los socialdemócratas del siglo XXI o aquellos socialistas posteriores a la II Guerra Mundial porque equipara al socialismo con la economía planificada y los totalitarismos fascistas y estalinistas de los años 30 y 40, cuando escribió el libro. El propio autor aclara en una edición de 1960 que él se refería al socialismo de tipo Staliniano de los años 30 que propugnaba una colectivización de los medios de produción y una economía planificada frente al derecho del individuo a la propia elección a través de la oferta y la demanda en un libre mercado. Por tanto, esa es la acepción que tiene socialismo para Hayek y no la que actualmente conocemos asociada al laboralismo (o socialdemocracia, como lo conocemos aquí), y que respeta los principios del libre mercado. Creo que lo que Hayek critica en su libro es la tendencia del Estado (especialmente, los totalitarios) a asumir facetas que ya eran cubiertas por la libre competencia o a invadir esferas propias del individuo. Pero hay que aclarar a aquellos defensores a ultranza del libre mercado y del neoliberalismo que el autor sí está conforme con que el Estado asuma tareas que nunca podrían ser llevadas a cabo por la iniciativa privada porque se trata de servicios básicos que son importantes para el funcionamiento de la sociedad pero que no son rentables para una empresa. Por otra parte, critica duramente la planificación económica (eso también incluye al monopolio) cuando, según él, el libre mercado y el precio son más eficientes en la asignación de recursos. Le horroriza, como a cualquier liberal demócrata, que el Estado priorice los intereses colectivos, o que considera de interés general, a costa de socavar la libertad individual y convertir al ciudadano en un siervo del Estado, de ahí el título.

Hayek es el fundador de la escuela austríca, germen del pensamiento neoliberal. En los albores de la Segunda Guerra Mundial, el profesor de la London School of Economics se da cuenta de que el comunismo y el totalitarismo tienen un ingrediente en común: el colectivismo y la planificación económica. Defiende que la otra opción es el liberalismo económico entendido como el libre mercado y libre competencia pero rechaza el "laisez-faire".

En el prólogo y primer capítulo, Hayek, refugiado en Inglaterra, recuerda que cuando escribe el libro entre 1938 y 1943 están en conflicto diplomático y luego guerra contra los nazis. Este cree que el virus del socialismo también ha llegado a Inglaterra y persuade a la gente de que los nazis no son capitalistas que quieren frenar al socialismo soviético sino que Hitler y sus seguidores totalitarios son también socialistas porque proponen una economía planificada, un peligro del que no está a salvo ninguna sociedad occidental. Este sostiene que el socialismo se adentra en las sociedades democráticas y las despoja de su democracia porque colectiviza la sociedad y la lleva ineludiblemente hacia el totalitarismo. En la edicción de 1974, Hayek dice que le sorprende lo acertado que estuvo en su día aunque aclara que con socialismo se refiere a la economía planificada.
[Nota del lector: al leer esas líneas, me vino a la mente la Unión Europea, un sistema burocrático de gobierno que da la impresión de que a veces funciona como una economía planificada]

En el primer capítulo, Hayek recuerda la tradición liberal de Adam Smith, Mill o De Tocqueville en los que alzaron los valores del individualismo que no significa egoísmo sino libertad. Este añade que los obreros nunca fueron tan libres y dueños de su vida desde principios del siglo XX pero que tras la Primera Guerra Mundial las cosas cambiaron y hubo una merma de la causa democrática porque el Estado comenzó a intervenir en la economía. Para el autor, quienes no han caído bajo el totalitarismo siguen otro camino: el Estado de los siervos.
El autor sostiene que la gente se acomodó y pensó que los logros y el progreso que trajo el liberalismo en el siglo XIX eran perdurables, para siempre y lo que faltaba sería pronto conseguido. Y aquí viene una frase clave del libro: "Hemos acometido la eliminación de las fuerzas que producen resultados imprevistos y lz sustitución del mecanismo impersonal y anónimo del mercado por una dirección colectiva y consciente de todas las fuerzas sociales hacia metas deliberadamente colectivas. Para Hayek la libertad que difundió por el mundo fue sustituida al partir de 1870 por ideas alemanas de socialismo. Los ingleses ignoran que los problemas que empezaron a discutir en 1938 fueron debatidos antes en Alemania, donde se equiparó occidental con democracia, liberalismo, librecambio, capitalismo, internacionalismo o amor por la paz, lo que muchos alemanes despreciaron.

En el segundo capítulo, Hayek habla de la gran utopía y de como el socialismo desplazó al liberalismo. Dice que, al principio, socialismo, fascismo y comunismo, rivalizaron por el poder y la gente creyó que eran ideologías diferentes pero Hayek dice que son distintas versiones de lo mismo frente al verdadero enemigo común: el liberalismo demócrata, del que no quedaban apenas seguidores en los años 20 y 30. Está de acuerdo con otros autores en que el comunismo de Stalin en 1939 era súperfascismo, peor que el de Hitler. El hecho de que muchos socialistas se pasen facilmente al fascismo se explica porque son todos lo mismo. También rechaza la pretensión de los socialistas de ser un partido que siga las reglas del juego democrático ya que el individualismo es incompatible con el colectivismo. [Nota del lector: si aplicásemos la teoría de Hayek a la guerra civil española tiene razón en una cosa y es que el liberalismo democrático desapareció del mapa político y la lucha por el poder se dirimió entre fascistas contra socialistas y comunistas. Ganase quien ganase, no hsbía esperanzas de un regreso al sistema democrático].
Aquí hay una frase demoledora: "los socialistas prometieron libertad pero para los apóstoles de la libertad política la palabra había significado libertad frente a coerción, libertad frente al poder arbitrario de otros hombres, libertad de los lazos que impiden a un individuo toda su elección y le obligan a obedecer las ordenes de un superior al que está sujeto. La nueva libertad prometida era, en cambio, libertad frente a la indigencia, supresión del apremio de las circunstancias, que inevitablemente nos limitan en todos el campo de elección, aunque a algunos más que a otros. Antes de que el hombre pudiera ser verdaderamente libre había que abolir las trabas del sistema económico. En este sentido, la libertad no es más que otro nombre para el poder o la riqueza".

En el capítulo 3, Hayek denuncia que el colectivismo, en el que está incluido el socialismo, propugna la igualdad social pero el método para conseguirlo es la privatización de empresas y la economía planificada. Por contra, el liberalismo defiende el crear libre competencia y efigiencia hallí donde se pueda gatantizando libertad de precios y de concurrencias, impidiendo que grupos pacten precios. Hayek dice que el sistema de competencia no excluye que el Estado actúe allí donde la competencia no sea rentable o que suministre servicios sociales. Lo importante es que se asegure la competencia allí donde haga mąs eficaz la distribución de recursos y precios. Por contra, rechaza la planificación económica porque genera monopolios, que son más ineficaces que la conoetencia y que están controlados bajo una dirección única y centralizada, lo que produce "horror" a los liberales. Hayek está a favor de la planificación de la competencia pero en contra de la planificación contra la competencia, a la planificación destinada a sustituirla.

En el capítulo 4, se plantea el dilema entre que la producción la dirija un monopolio o lo haga el Estado. El propio EE.UU., altamente proteccionista en su día, alimentó en el siglo XIX la creación de cárteles para estibilizar los precios, según comenta Hayek. Los monopolios se extendieron a Italia o Alemania.
Algunos afirman que el progreso tecnológico moderno hace inevitable la planificación centralizada, pero quienes lo hace, dice Hayek, no piensan en los servicios públicos sino en coordinar la vida social para que no se disuelva en un caos.Y dice que el sistema de precios, precisamente, es el que nos da información sobre las decisiones individuales [Nota del lector: teoría de los mercados que retoma Tim Harford en Adáptate o El economista camuflado], lo que a la larga genera un sistema industrial diferenciado, complejo y flexible mientras que el centralizado es primitivo, toco y corto. Dice que la alternativa a un sistema muy barato es que todos usemos o seamos obligados a usar el mismo sistema (abarata costes), la ventaja técnica se obtiene por coacción.

En el capítulo 5, dice que tras las decisiones deliberadas de la planificación hay un "objetivo social" o dudoso "bienestar social", pero la felicidad de cada hombre es distinta, imposible de abarcar o valorar y no puede seguir una única vía. Y recuerda que la democracia es un medio para salvaguardar la paz interna y la libertad individual.

En el capítulo 6, aborda la planificación y el estado de Derecho. Dice que es prioritario salvar al individuo del estado arbitrario.

En el capítulo 8, lanza una advertencia: "Tan pronto como el Estado toma sobre sí la tarea de planificar l vida económica entera, el problema de la situación que merece cada individuo y grupo se convierte, inevitablemente en el problema político central. Como solo el poder coercitivo del Estado decidirá lo que tendrá cada uno, el único poder que merece la pena será la participación en el ejercicio de ese poder directivo".



(continuará el resumen)
Comentarios de Nicholas Taleb a la obra se Hayek

Fuente: "El cisne negro"

"Para Hayek, una autentica previsión se hace orgánicamente por medio de un sistema, no por decreto. Una única institución, por ejemplo, el planificador central, no puede agregar los conocimientos precisos: faltarán muchos fragmentos importantes de información. Pero la sociedad en su conjunto podrá integrar en su funcionamiento estas múltiples piezas de información. La sociedad como totalidad piensa fuera de lo establecido. Hayek atacaba el socialismo y gestionaba la economía como un producto de lo que he llamado conocimiento del estudioso obsesivo o platonicidad: debido al crecimiento del conocimiento científico, sobreestimamos nuestra capacidad para entender los sutiles cambios que acontecen en el mundo, así como la importancia que hay que dar a cada uno de ellos. Hayek llamó acertadamente a este fenómeno cientifismo.

Esta dolencia está gravemente integrada en nuestras intuiciones, motivo por el cual temo tanto a los gobiernos como a las grandes empresas ( resulta difícil distinguir a unos de otros). Los gobiernos hacen previsiones las empresas realizan proyecciones: todos los años, diversos analistas proyectan el nivel de los tipos de interés de las hipotecas y el estado se la Bolsa para el final del año siguiente. Las empresas sobreviven no porque hayan hecho buenas previsiones sino porque han tenido suerte. Los consumidores podemos dejar que prevean todo lo que quiera si eso es lo que necesitan para trabajar pero las empresas pueden quebrar cuantas veces quieran, ya que subvencionando a los consumidores trasfieren su riqueza a nuestro bolsillo. El estado es algo más serio y debemos asegurarnos de que no corremos con los gastos de su locura. Como individuos, nos debería encantar el libre mercado, porque quienes operan en él pueden ser tan incompetentes como quieran.

La única crític que se le puede hacer a Hayek es que establece una diario con tajante de carácter cualitativo entre las ciencias sociales y la física. "

"La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo", de Max Weber (1904-1905)


Resumen: "La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo", de Max Weber (1904-1905)

Sociología, estructura económica, estructura social, sociología de las religiones

Resumen y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología.
Título: "La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo"
Título original: "Die protestantische Ethik und der "Geist" des Kapitalismus"
Autor:Max Weber
Fecha de publicación: 1904-1905

Editorial: Alianza Editorial, 2001

ÍNDICE
La ética protestante y el "espíritu" del capitalismo
I. El problema
-Confesión y estructura social
-El espíritu del capitalismo
-El objeto de profesión de Lutero
-Objeto de la investigación
II. La idea de profesión en el protestantismo ascético
Apéndice
Adiciones y cambios en la segunda versión (1920)

Reseña de la contraportada: "Este libro se interroga por el origen de la mentalidad capitalista moderna, enemiga y vencedora del tradicionalismo, y llega a la conclusión de que tal mentalidad procede, no del propio desarrollo económico capitalista, sino del modo de vida generado por el protestantismo de raiz calvinista, que redundó en una racionalización equivalente a una "desmagificación" del mundo, en la reducción del mismo a objeto de cálculo, explotación y dominación [...]"

Resumen comentado
[Nota del lector: es un libro clave mencionado en los programas de Sociología]

Max Weber empieza su libro con una ojeada a las estadisticas sobre las profesiones en Alemania, que tiene varias confesiones. La conclusión es que los empresarios, capitalistas y mandos de niveles superiores de las empresas modernas y obreros cualificados, y técnicos, son protestantes.Tras examinar las estadísticas considera que este fenómeno se reproduce por todo el país y concluye que

"esto hay que atribuirlo, por supuesto, en parte a razones históricas que están situadas en un pasado lejano y en las que la pertenencia a una confesión religiosa no aparece como causa de los fenómenos económicos sino, hasta cierto punto, como consecuencia de los mismos".

Weber señala que llegar a ser un capitalista o un mando intermedio requiere o bien la posesión de capital o bien una costosa educación, o ambas, ser heredero y tener cierto bienestar. Resalta que las ciudades ricas se convirtieron al protestantismo en el siglo XVI y sus consecuencias todavía favorecían en 1904 a los descendientes.

Su pregunta histórica es:

"¿Qué fundamento tenía esa fuerte predisposición de los territorios más desarrollados económicamente para una revolución eclesiástica?"

Señala que la Reforma no eliminó la autoridad religiosa sino que la sustituyó por otra que reglamentó el modo de vida familiar y pública. Este afirma que el calvinismo del siglo XVI sería actualmente insoportable de control eclesiástico del individuo. Los calvinistas pensaban que había poco control. Lo que Weber se pregunta es:

¿cómo las naciones más ricas de ese momento y las clases burguesas ascendentes "permitieron la tiranía puritana y que, encima, desarrollaran un heroísmo burgués"?.

Su primera conclusión es que, en primer lugar, hubo una herencia del patrimonio de ciudades que ya eran ricas cuando adoptaron el puritanismo. Por ello, busca en una región o país católico como Baden, Baviera o Hungría y descubre que los padres católicos envían a sus hijos a recibir clases superiores por debajo de la media, lo mismo que las clases técnicas o industrial-comerciales. Los católicos, señala Weber, prefieren educar a sus hijos en materias humanistas, lo que explica el reducido porcentaje de católicos humanistas.

En una tabla estadística muestra que los protestantes de Baden (ciudad católica)van más al Realgymnasien (69% de los alumnos), Oberrealschulen (52%), Realschulen (49%) y Höhere Bürgeschulen (51%). Los católicos solo son predominantes en el Gymnasium (46%, porque es la base previa a los estudios de Teología). El mismo fenómeno se da en Prusia, Baviera, Wurtemberg, Alsacia-Lorena y Hungría.

[Nota del lector: al observar la misma tabla me ha llamado la atención que la presencia de alumnos de religión judia en los colegios es muy alta. Uno de cada diez alumnos es judío pero solo representan el 1,5% de la población. La mitad de los alumnos son protestantes pero solo son el 37% de la población. Los Católicos son el 60% de la población pero solo el 42% de los estudiantes. Es un hechoestadístico relevante que Weber pasa por alto pero que sin duda debería afectar a sus conclusiones].

En la escala de oficios, los mandos van a parar a los protestantes porque son formados por maestros artesanos. Los católicos siguen como maestros artesanos mientras que los protestantes ocupan mandos intermedios en las fábricas.

La conclusión de Weber es que las caracteristicas mentales adquiridas por educación (atmósfera religiosa de la familia y localidad) determinaron la elección de profesión y posterior destino profesional. Excluye la situación histórico-política.

La siguiente pregunta es:
¿qué elemento de las confesiones religiosas es, o ha sido, el que ha tenido, o incluso tiene todavia, un efecto en esta orientación?

[Nota del lector: hasta ahora, Weber sigue un método bastante riguroso pero creo que debería haber aportado todas las tablas estadisticas disponibles para cerciorarse de que así ocurre en todas las ciudades o regiones que analizó. Además, es evidente que quienes tienes más dinero pueden permitirse el lujo de cursar estudios superiores por lo que si en el siglo XVI las ciudades ricas hubiesen conservado el catolicismo, ahora serían los católicos los mandos intermedios, por lo que quizás solo se trata de un asunto de riqueza heredada, que Weber no descartó.]

En primer lugar, Weber analiza las características que diferencian a los creyentes católicos (más alejados del mundo y rasgos ascéticos, que le importa más llevar una vida tranquila que llena de riesgos y riquezas) y los protestantes (más materialistas). Sin embargo, dice que esa división está equivocada porque en su día los protestantes ingleses u holandeses fueron más puritanos y rechazaban el goce mundanal mientras que los católicos del norte de Alemania les gustaba la buena vida en las capas bajas y enemigos de la religión en las altas. Por ello, concluye que dichas vagas ideas no sirven para relacionar un factor como es el alejamiento del mundo con otro como la participación en la producción capitalista.

En las siguientes páginas, Weber examina qué modelo de trabajador necesita una fábrica. Generalmente, uno que tenga virtudes puritanas, disciplinado y puntual y que considera que el tiempo vale oro, y que se adapte a la producción. Por ello, dice Weber, la eficiencia del modelo capitalista y la división del trabajo precisa de una población educada que sepa leer y comprender las instrucciones de trabajo, sea puntual y disciplinada en el trabajo, y tenga ambición para ganar dinero, lo que supone un incentivo. Lo que está claro es que la industria no quiere trabajadores que pasen el día metidos en la taberna sino que le interesan fábricas llenas de buenos padres de familia que vayan del trabajo a casa y sean ahorradores y disciplinados y lleven a su hora al trabajo.

[Nota del lector: Sobre el papel de la educación en la época de la revolución industrial, el sociólogo industrial Alvin Toffler habla en La Tercera Ola de la coda o canon, la idea de meter en el siglo XIX el reloj y los horarios en las escuelas para que los alumnos se adapten a los disciplinados horarios de las fábricas]


Pone como contraejemplo el caso de muchos católicos que consideran que hay que trabajar para vivir pero no vivir para trabajar, un tipo de vida que no encaja del todo con el progreso industrial, según viene a decir Weber.

Sobre los salarios a la baja
Esto se nota en los salarios: si usted paga 3 monedas por hacer 10 unidades (30 monedas al día) y ofrece subir el salario a 4 monedas, lo que ocurrirá es que su producción descenderá a 8,5 unidades al día porque es lo que un obrero necesita trabajar para llevar una vida holgada. Sin embargo, si baja los salarios a 2 monedas, los empleados se esforzarán por producir 15 unidades, ya que es el mínimo que necesitan para satisfacer sus necesidades básicas. Esto es porque son tradicionalistas, dice Weber. Y es por ello que los salarios tienden a la baja, comenta.

[Nota del lector: Keynes y el industrial Henry Ford llegaron a la conclusión contraria: si sube los salarios, los empleados demandan más productos y hacen crecer la economía]

Sobre la educación de un país
Weber examina los diferentes tipos de obreros en Alemania y Polonia. Por un lado, cuanto más al Este menos formados están y si emigran al Oeste, cobran más y se afanan más sin importarle las penalidades que en su tierra no soportarían. Por otro lado, dice que una emigrante polaca que cobraba y producía poco y que era perezosa en su país, si va a una ciudad rica de Alemania, aumenta su producción, se vuelve una empleada infatigable y esforzada e incluso ahorra. ¿A qué se debe este cambio? Weber dice que al ambiente cultural y económico que estimula la generación de ingresos y capital.
[Nota del lector: lo que viene a decir es que a un trabajador de 1904 no le compensaba trabajar mucho en Polonia porque los incentivos eran bajos, quizás porque vivía en una sociedad agraria inmóvil, pero que en Alemania, donde había un mayor movimiento económico, el mismo empleado tenía grandes incentivos para producir lo máximo posible, posiblemente porque los salarios son más justos y acordes con su esfuerzo. En una sociedad premian el esfuerzo y en la otra no]

Sobre la filosofía de Benjamin Franklin y el Tiempo es oro
Weber repasa algunos de los eslóganes del puritanismo, pietismo y otras sectas protestantes en los que se recordaba al creyente que no debe desperdiciar el tiempo. Es un claro materialismo frente al misticismo católico más apegado al más allá que al más aquí. Hay refranes sobre esa virtud de aprovechar el tiempo para ganar dinero y no malgastarlo sino invertirlo en crear más capital y rentas. Un chelín bien invertido hace otro chelín en un mes y una libra en un año, si lo gastas en la taberna pierdes una libra al año.
O este: "de la vaca se saca manteca y del hombre, dinero", todos ellos recopilados por Weber para su libro.
Esta mentalidad pietista es bien representada por Franklin, atareado en mil cosas y uno de los fundadores de Estados Unidos, que nos recuerda la importancia del progreso y de la creación de riqueza y capital.
Todas estas formas de pensar tuvieron éxito porque, parece deducir Weber, casaban bien con la mentalidad que necesitaba el capitalismo para crecer: trabajadores motivados y esforzados con ganas de ganar dinero y trabajar a destajo. Por eso, quienes fueron educados en esa mentalidad protestante tuvieron más oportunidades de medrar en ese ambiente positivista del siglo XIX.

[Nota del lector: parece obvio, un tipo que se esforzase en trabajar en una sociedad tradicionalista se daría cuenta de que no ganaba nada y perdería su motivación al ver que su esfuerzo era baldío y rechazado por sus paisanos. Eso explica porque los emigrantes, en otro entorno más propicio, se vuelven altamente productivos]

Por ello, protestantismo, finanzas y capitalismo casaron bien porque era el tipo de mentalidad que necesitaba una sociedad en continuo progreso. [Nota del lector: en términos darwinianos y spencerianos, podríamos decir que la mentalidad que mejor se adaptó a los cambios, sobrevivió mejor; así, quienes profesaban el protestantismo entendían mejor la sociedad capitalista que les tocó vivir y ocuparon mejores puestos que sus compatriotas de educación católica, no tan centrados en las nuevas tecnologías. Es lo mismo que hoy en día, quien ha nacido en un entorno que habla, por ejemplo, inglés, tiene más posibilidades de encontrar trabajo que otro en puestos más altos o que requieren mayor comprensión]

Lo mismo ocurrió a la hora de alcanzar puestos técnicos o ser un mago de las finanzas. Si una religión dice a sus creyentes que ganar dinero es bueno e incluso piadoso, los candidatos tendrán mayor motivación para prepararse y esforzarse y aceptar riesgos que otros empleados que hayan crecido con un mensaje que les recuerda que este mundo es valle de lágrimas por el que deben pasar a la espera de una vida mejor futura. [Nota del lector: creo que es esto lo que quiere decir Weber o así se deduce de su argumentación]

(continuará el resumen)

"La rebelión de las masas", de Ortega y Gasset (1930)


"La rebelión de las masas", de Ortega y Gasset (1930)

Sociología, cultura de masas, teoría política, estructura social contemporánea

Reseña de E.V.Pita 
Texto del resumen original y actualizado en: 
http://resumenesdeteoriapolitica.blogspot.com/2013/08/la-rebelion-de-las-masas-de-ortega-y.html 

Título: "La rebelión de las masas"
Autor: José Ortega y Gasset
Fecha de publicación: 1930

Editorial: Espasa Calpe / Colección Austral

Texto de la contraportada:
"José Ortega y Gasset (Madrid, 1883-1955), doctor en Filosofía y Letras, amplió estudios en las universidades de Leipzig, Berlín y Marburgo, consiguiendo a los 27 años la Cátedra de Metafísica de la Universidad Central. En 1923 funda Revista de Occidente, una de las publicaciones culturales de mayor prestigio internacional. La rebelión de las masas, publicado en 1930, es la obra más famosa y difundida de Ortega. Como nos explica Julián Marías en su introducción de 1975 y postdata en 1993, el libro va pareciendo más verdadero, más fiel a la realidad a medida que pasa el tiempo. La razón de su renovada actualidad confirma el caracter filosófico de esta obra frente al significado políticoque con frecuencia se le ha atribuido erróneamente".

ÍNDICE

Prólogo para franceses

Primera parte... La rebelión de las masas.

I. El hecho de las aglomeraciones
II. La subida del nivel histórico
III. La altura de los tiempos
IV. El crecimiento de la vida
V. Un dato estadístico
VI. Comienza la disección del hombre-masa.
VII. Vida noble y vida vulgar, o esfuerzo e inercia
VIII. Por qué las masas intervienen en todo, y por qué solo intervienen violentamente
IX. Primitivismo y técnica
X. Primitivismo e historia
XI. La época del "señorito satisfecho"
XII. La barbarie del "especialismo"
XIII. El mayor peligro, el Estado.

Segunda Parte... ¿Quién manda en el mundo?

XIV. ¿Quién manda en el mundo?
XV. Se desemboca en la verdadera cuestión

Epílogo para los ingleses
En cuanto al pacifismo

Apéndice... La dinámica del tiempo

Los escaparates mandan
Juventud
¿Masculino o femenino?


RESUMEN, ANOTACIONES Y COMENTARIOS

Introducción de Julián Marías en su postdata de 1993.
El filósofo comenta que Ortega y Gasset vio que los grandes partidos de masas de los años 30 llevaban al totalitarismo por ser movimientos de hombres-masa, primitivistas, hasta que en 1992, la URSS se desmoronó. La otra idea es que Europa va desde 1992 hacia la decadencia, desunida culturalmente y destaca que Ortega y Gasset abogaba por una unión de Occidente, lo que incluye América y Europa conjuntamente ya que no se entiende una sin la otra, por que las naciones eran insuficientes por sí solas y necesitaban colaboración. En algo se avanzó con la unión en Europa pero también ha habido una fragmentación en Europa del Este y una UE demasiado burocrática.
La introducción continúa con cuestiones filosóficas y de historia.

Prólogo para franceses
Escrito en 1937

Capítulo 1

(en breve continuará el resumen)